Autoconsumo para gimnasios y centros deportivos

Autoconsumo para centros deportivos: beneficios, coste e instalación

El autoconsumo con placas solares en centros deportivos ofrece tres grandes ventajas: ahorro energético de hasta el 90% de la demanda diaria, mejora de la competitividad por reinversión de ahorros (mejoras en instalaciones, nuevas actividades o reducción de cuotas) y una imagen de marca sostenible que atrae y fideliza a clientes comprometidos con el medio ambiente.

La inversión varía según el tamaño del centro: desde unos 27.000 € hasta 70.000 € para gimnasios pequeños o medianos y desde 80.000 € a 100.000 € para grandes polideportivos con piscina. Este desembolso se reduce significativamente gracias a subvenciones, bonificaciones fiscales y opciones de financiación, logrando una amortización típica entre 5 y 7 años.

La instalación es rápida y poco invasiva. Requiere cubiertas amplias y libres de sombras (típicas de centros deportivos) y cumplir normativa (RD 244/2019, REBT).

¿Cuáles son los beneficios del autoconsumo con placas solares para centros deportivos?

Instalar paneles solares en un polideportivo, gimnasio o complejo deportivo conlleva numerosos beneficios. Muchas veces nos hacen la pregunta, ¿por qué debería ser el autoconsumo considerado un gestor de instalaciones deportivas? Las razones abarcan desde el ahorro directo en la factura eléctrica hasta ventajas competitivas y de imagen de marca.

Veamos cada beneficio clave del autoconsumo para centros deportivos a continuación.

Reducción drástica del gasto energético

Una de las motivaciones principales es la reducción radical de los costes de electricidad. Las placas solares permiten generar una parte importante de la energía que consume el centro, reduciendo sus facturas de luz, tanto a corto como a largo plazo.

Esto se debe a que la mayor parte de sus actividades ocurren durante el día, coincidiendo con las horas de sol. De hecho, la propia experiencia demuestra que una instalación solar bien dimensionada puede cubrir alrededor del 65% del consumo eléctrico de un centro deportivo sin necesidad de baterías y hasta un 90% incorporando almacenamiento (recomendado con sistema de backup por si hay cortes de energía prolongados).

Además del ahorro, esta producción in situ actúa como escudo frente a la volatilidad de los precios de la luz. En 2024, el precio medio del mercado eléctrico en España rondaba los 100 €/MWh y con tendencia al alza. Al autogenerar gran parte de la energía, el centro se protege de futuras subidas del precio de la luz y gana independencia energética respecto a la red eléctrica comercial.

Aumento de la competitividad y reinversión

El ahorro económico derivado del autoconsumo se traduce directamente en mayor competitividad para el centro deportivo. Esto es así porqué cada euro no gastado en pagar facturas de electricidad es un euro que se puede reinvertir en mejorar las instalaciones, ampliar la oferta deportiva o mejorar el bienestar del personal y usuarios.

Por ejemplo, si un polideportivo pagaba unos 50.000 € al año en electricidad y gracias a la solar consigue reducir ese gasto a la mitad (50%), libera alrededor de 25.000 € anuales. Ese capital adicional puede destinarse a renovar equipamientos deportivos, modernizar vestuarios, abrir nuevas actividades o incluso bajar las cuotas a los abonados, haciéndolo más atractivo en el mercado. En un sector como el del fitness y el deporte, disponer de margen económico para innovar y mejorar continuamente es una ventaja competitiva.

La amortización de una instalación fotovoltaica en centros deportivos suele lograrse en un plazo de 5 a 7 años. A partir de ese momento, prácticamente toda la energía generada supone ahorros netos que mejoran las finanzas del centro.

Imagen de marca sostenible que atrae y fideliza

Instalar energía solar en un centro deportivo no es solo una decisión financiera, sino también un compromiso visible con la sostenibilidad. Los centros deportivos que funcionan con energías renovables proyectan una imagen de marca moderna, responsable y “verde” (eco-friendly) que actúa como un potente reclamo para nuevos clientes.

Según encuestas, el 75% de los consumidores en España prefiere empresas comprometidas con el medio ambiente, lo que supone una ventaja para instalaciones deportivas que apuestan por las energías limpias.

Al instalar paneles solares, el centro transmite valores actuales de responsabilidad social, cuidado del entorno y un estilo de vida saludable, muy alineados con la filosofía del deporte. Esto ayuda a fidelizar a los usuarios existentes y a atraer a nuevos deportistas concienciados con el medio ambiente.

¿Cuánto cuesta la inversión en autoconsumo para centros deportivos?

En términos generales, el coste de instalar placas solares en un centro deportivo varía entre los  aproximadamente 27.000 euros hasta más de 100.000 euros pero dependerá de la envergadura de la instalación (kW necesarios, número de paneles, etc.).

Los factores que modifican el importe de la inversión inicial son el número de paneles, la calidad de los componentes elegidos y las características de la cubierta o superficie donde se instalarán los paneles.

La inversión estimada por tipo de centro deportivo es la siguiente.

  • Gimnasios pequeños o medianos sin piscina: este tipo de centro deportivo puede tener un consumo anual de alrededor de 120.000 kWh. Para cubrir una buena parte de esta demanda, se necesita una instalación fotovoltaica de una potencia de 30 a 50 kWp lo que hace que la inversión esté entre 27.000 a 70.000 euros.
  • Grandes centros deportivos y polideportivos con piscina climatizada: Las piscinas climatizadas, sistemas de climatización y de iluminación, disparan el gasto en luz. Un centro de estas dimensiones puede consumir anualmente 800.000 kWh o más. Para obtener un buen retorno de inversión se necesitaría una instalación de 100 kWp o superior, lo que supondría una inversión de entre 80.000 y 100.000 euros.

Afortunadamente existen múltiples ayudas y mecanismos que reducen significativamente la inversión inicial.

Ayudas, subvenciones y bonificaciones fiscales

En España, el gobierno y las comunidades autónomas han puesto en marcha importantes incentivos económicos para impulsar el autoconsumo. A través del Plan de Recuperación (fondos Next Generation EU), las empresas y entidades pueden recibir subvenciones directas que cubren en torno al 30 o 45% del coste de la instalación fotovoltaica, dependiendo del tamaño de la empresa y potencia instalada.

A los incentivos directos hay que sumar las bonificaciones tributarias que muchos ayuntamientos ofrecen por instalar energías renovables. Las más comunes son las rebajas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). En numerosos municipios, un centro deportivo con paneles solares puede beneficiarse de una reducción del IBI de entre el 30% y el 50% durante varios años, y en algunos casos la bonificación alcanza hasta el 50% o incluso el 95% de dichos impuestos.

Amortización y financiación

Gracias al ahorro mensual en la factura eléctrica, la inversión en placas solares se recupera en un plazo relativamente corto. La amortización típica ronda los 5 a 7 años hasta cubrir el 100% de lo invertido tras lo cual la instalación seguirá produciendo energía gratuita por al menos 25 o 30 años (la vida útil de los paneles suele superar esa cifra si son de buena calidad).

Este periodo de retorno puede acortarse aún más con las subvenciones comentadas e incluso con la reinversión del ahorro generado cada año.

Además, existen opciones de financiación muy accesibles: desde créditos específicos para sistemas de autoconsumo fotovoltaico (por ejemplo, préstamos verdes o leasing energético) hasta fórmulas de autoconsumo como servicio donde la compañía instaladora asume la inversión y el centro deportivo paga una cuota o tarifa plana por la energía solar, normalmente más baja que su antigua factura de luz.

¿Cómo es una instalación fotovoltaica para un centro deportivo?

El proceso de instalación fotovoltaica en un centro deportivo es sencillo, rápido y poco invasivo, y se puede llevar a cabo sin interferir en la actividad diaria del centro.

Tras la fase de diseño y trámites (donde se calcula la potencia óptima, se dimensionan los equipos y se obtienen permisos), la instalación física suele completarse en pocos días (menos de 1 semana).

La mayor parte de los trabajos de instalación se realiza en la cubierta o tejado, de forma que el gimnasio o polideportivo puede continuar con su actividad habitual sin molestias mientras se instalan los paneles.

No se requieren obras invasivas en el interior, ya que el cableado desciende normalmente por fachadas o conductos técnicos hasta el cuarto eléctrico.

Una instalación solar fotovoltaica en un centro deportivo consta de varios componentes básicos que resumimos a continuación.

  1. Los paneles solares que van ubicados generalmente en la cubierta del centro deportivo (tejado normalmente amplio y sin sombras) y se encargan de captar la radiación solar para transformarla en energía eléctrica.
  2. La estructura de soporte de los paneles solares que se instala en la cubierta del recinto y que se encarga de mantener los paneles firmes, sujetos, y con la inclinación adecuada.
  3. El inversor solar o los microinversores (mejor rendimiento), que es el equipo electrónico que convierte la corriente continua generada por los paneles en corriente alterna utilizable por los equipos eléctricos del centro deportivo.
  4. El sistema incluye un contador bidireccional (o adaptaciones en el contador existente) para medir tanto la energía consumida de la red como la inyectada por los paneles que es fundamental si la instalación es de la modalidad de autoconsumo con compensación de excedentes.
  5. La monitorización consiste en un sistema de seguimiento en tiempo real de la producción solar y del consumo energético del edificio. Este sistema permite tanto al propietario como a los instaladores verificar el rendimiento de la planta fotovoltaica en cada momento e identificar cualquier problema.
  6. Opcionalmente se pueden incorporar baterías de almacenamiento para acumular la energía sobrante y usarla cuando no haya sol o cuando hay cortes prolongados de energía.

Una vez en marcha, el sistema solar apenas requiere mantenimiento: los paneles no tienen partes móviles y están diseñados para resistir a la intemperie durante décadas (si son de buena calidad), por lo que únicamente son necesarias limpiezas periódicas (1 o 2 veces al año) y revisiones preventivas para mantenimiento cada cierto tiempo según la normativa.

¿Qué requisitos debe cumplir la instalación?

En cuanto a requisitos técnicos y condiciones óptimas, un centro deportivo ofrece un escenario ideal para la energía solar.

Lo ideal es que las cubiertas sean amplias, libres de sombras, con orientación sur (hacia donde más incide el sol en el hemisferio norte) y con una inclinación de alrededor de 30° a 40°. De todos modos, los paneles pueden ser igualmente rentables incluso si el tejado no tiene la orientación o inclinación óptimas.

En cuanto a la normativa aplicable, en España el autoconsumo está plenamente regulado y respaldado por la ley. La referencia principal es el Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, que establece las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica. Esta normativa permite modalidades muy ventajosas para recintos deportivos como el autoconsumo con excedentes acogido a compensación.

Esto significa que las instalaciones fotovoltaicas de hasta 100 kW pueden inyectar la energía sobrante que no autoconsumen en cada momento a la red eléctrica, y esa energía se compensa en la factura del cliente a un precio acordado con la comercializadora.

Por último, cualquier instalación deberá cumplir con el reglamento técnico eléctrico (REBT) y las normas de seguridad, por lo que es importante contar con instaladores fotovoltaicos autorizados.

¿Qué pasa en los días nublados o de noche con la instalación?

En días muy nublados o por la noche, los paneles generan poca o ninguna energía, de modo que en esos momentos el centro deportivo consumirá electricidad de la red pública (o de sus baterías si las tiene), sin notar ninguna diferencia en el suministro.

Esto no supone problema, ya que estar conectado a la red actúa como respaldo automático.Cuando la instalación cuenta con baterías, éstas pueden suministrar parte de la energía almacenada durante el día para cubrir consumos en las horas sin sol (por ejemplo, al anochecer o en caso de apagones).

¿Si necesito más potencia, se puede ampliar la instalación?

Las instalaciones fotovoltaicas son modulares y escalables, lo que significa que se pueden ampliar si en el futuro el centro deportivo requiere más potencia.

Es algo muy habitual comenzar con una planta solar inicial más pequeña e ir añadiendo más paneles (y/o inversores) conforme evolucionen las necesidades energéticas del recinto. Precisamente esa es una ventaja el uso de microinversores que se van añadiendo con cada panel, y no de inversores de string que generalmente habrá que sustituir si se amplía la potencia de la instalación.

La ampliación es relativamente sencilla: mientras haya espacio disponible en la cubierta (u otras áreas) y la infraestructura eléctrica lo permita, se pueden integrar nuevos módulos al sistema.

José Alfonso Alonso Lorenzo

Profesional Fotovoltaico desde 2006.

  • Ingeniero técnico Industrial por la Escuela Politécnica de Ferrol.
  • Experto en Solar Fotovoltaica por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas de Madrid en 2009-2010.
  • Experto Profesional en Energía Fotovoltaica, por la UNED 2010-2011.
  • Gerente y Responsable de Compras en SunFields Europe desde 2010.
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